Los sueños nos acompaña de manera permanente en nuestras vidas, la Biblia enseña que, en los tiempos antiguos, era Dios quien hacia llegar sus mensajes a través del poder del Espíritu Santo, a aquellos siervos a través de visiones y sueños, pero ¿Que quiere Dios que hagamos con estas visiones y sueños?
También debemos tener mucho cuidado pues estos mismos sueños pueden ser utilizados para el bien como para el mal, diferenciar las visiones que vienen de Dios y aquellas que vienen de Satanás y sus demonios.
Hay muchos sueños, visiones o premoniciones que las personas pueden experimentar, pero no pueden tener certeza de sus fuentes. Por lo tanto, tenemos que pensar dos veces antes de asumir que vienen de Dios, aun si muestran evidencia de lo sobrenatural. En I Juan 4:1 Dios nos instruye a “probad los espíritus si son de Dios: porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”. Las personas piensas con facilidad y asumen que los sueños y las visiones llevan mensajes de Dios. En la Biblia hay numerosos pasajes en los cuales se señala que Dios nos transmite sus mensajes y revelaciones a través del contenido de nuestros sueños. Así mismo debemos de tener mucho cuidado.
Si bien en la actualidad parecemos no prestar mucha atención a nuestros sueños, el contenido de nuestros sueños ha generado la curiosidad de los seres humanos desde la antigüedad. En la Biblia hay numerosos pasajes en los cuales se señala que Dios nos transmite sus mensajes y revelaciones a través del contenido de nuestros sueños.
También podemos encontrar en la Biblia de sueños proféticos, como el que tuvo el Faraón y fue interpretado por José como una advertencia de que vendría siete años de hambruna y sequía. Un sueño que encerraba un mensaje de Dios.
Y podríamos seguir dando muchos ejemplos más de distintos tipos de sueños y advertencia e interpretaciones contenido en la Biblia. Lo interesante de todo esto es que, a pesar que ello, muchas personas, aún cuando la Biblia los señale y la psicología moderna los atiendan, prefieren hacer oídos sordos a los mensajes que sus sueños les brindan a través del maravilloso lenguaje simbólico que cada noche se expresa mientras dormimos. Muchas personas se preguntan si debemos creer en ellos.
Al hablar de sueños y visiones y en general de cualquier otra forma de comunicación de parte de Dios, aparte de la Biblia, estamos entrando en un terreno que es considerado controversial. Lo que voy a exponer es mi convicción sobre esto, conforme a lo que yo conozco de la Biblia. De ninguna manera pretendo atacar a hombres y mujeres temerosos de Dios que de alguna manera, quizá por experiencia propia, han llegado a una conclusión diferente. parto de un principio importante, que ha sido bien declarado en Lucas 1:37 donde dice:
"Porque nada hay imposible para Dios".
Dios puede comunicarse con nosotros de muchas maneras, de hecho, la Biblia declara que Dios se comunicó que hasta las piedras hablarían, primeramente, vemos que la última vez que Dios se comunicó con un ser humano mediante sueños, fue con José, el esposo de María, la madre de Jesús y le dio a conocer que debía ir con Jesús y María a la región de Galilea.
Otra razón poderosa para dudar que Dios hable por medio de sueños, es el peligro de que en los sueños no hable Dios sino el maligno disfrazado, Según lo que hemos leído, había gente que tenía sueños en la etapa temprana de la existencia de la iglesia, allá en el primer siglo, y sin lugar a dudas decía que a quien vieron o escucharon en sueños era al Señor.
Otra razón adicional para dudar que Dios se revele en sueños en la actualidad es porque todo lo que Dios tenía para revelar ya ha sido revelado en su palabra, la Biblia. Ya no queda nada más por revelar. Siendo así, ¿para qué Dios va a usar sueños para comunicar su voluntad? A este respecto, el apóstol pedro, quien vio con sus propios ojos la gloria de Cristo en la transfiguración y oyó con sus propios oídos la voz del cielo, dijo que hay una palabra más segura que todo eso. Esa palabra es la Biblia.
En esencia lo que pedro está diciendo es: que nosotros tenemos la Biblia en sus manos, ésa es la palabra profética más segura, donde hallaremos con certeza la verdad, no anden por tanto por aquí y por allá buscando revelaciones en sueños.
En la actualidad nos encontramos con personas que siguen el consejo de sus sueños y desprecian la palabra de Dios aún cuando lo que sus sueños aconsejan es algo contrario a lo que la palabra de Dios enseña. Estas personas prefieren la paja y desprecian el trigo. En conclusión, la evidencia bíblica no apoya la idea que Dios se está comunicando por medio de sueños hoy en día.
Respetando este criterio, a mí me parece que el terreno seguro siempre será el que encontramos en la palabra de Dios. La gente puede experimentar sueños, puede imaginar que ha tenido visiones, puede pensar que ha oído voces, pero una cosa es real, estos sueños, visiones, voces, etc. son solo el resultado de lo que pensamos y anhelamos, de nuestros temores, de las dudas, de las frustraciones, de manera que es riesgoso soñar algo y concluir que aquello es la voluntad de Dios sobre algo que nos sucede.
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