NO MAS ORACIONES COBARDES

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Agradecemos por esta publicación a nuestra querida Pastora Paola Gordon.
https://theredbird.weebly.com/blog---spanish/no-mas-oraciones-cobardes



No es algo que uno quiera admitir pero he estado haciendo oraciones muy pequeñas. Y no hablo de largo o de duración. Me refiero a lo que estaba pidiendo.
Oraciones “seguras”, oraciones que son obvias y que no me iban a defraudar.
Oraciones cobardes quizás se le podrían llamar. Me tomo todo un proceso darme cuenta de esto, pero lo que más me choco fue el porqué de mis cobardes oraciones.
Hace casi ya un año estuve en una situación en la cual me sentí entra la espada y la pared. Una situación en la cual si yo hacía lo correcto estaba poniendo mi vida entera en riesgo. Pero yo sabía que era lo correcto. Una decisión entre honrar a Dios o mantenerme en un lugar de comodidad y seguridad. Y decidí honrar a Dios, pero en lo más profundo de mi corazón siempre hubo una “esperanza” o un pensamiento errado (mejor dicho) de que Dios, por el mismo hecho de que yo había elegido hacer lo correcto no dejaría que “las consecuencias” de esta elección dañaran mi mundito. Pensé quizá que al hacer lo correcto Dios me recompensaría con ahorrarme la pasada por el horno más caliente de mi vida.  Y estaba muy equivocada.

La decisión de pararme por lo que yo sabía que era correcto desencadeno una serie de eventos que nunca pensé se volverían realidad. Eventos que me partieron el corazón, eventos que no llego aun a entender en su totalidad pero que estoy empezando a ver más claramente. Pero eventos que por un tiempo me hicieron empezar a creer que esperanzarme en algo solo traía profundo dolor.
Y vez, está siempre ha sido una lucha para mi. He atravesado varios momentos de oscuridad y dolor en mi vida. Y mi reacción siempre ha sido cerrarme a las cosas que me puedan seguir hiriendo. Y negarme a volver a tener esperanza. Encontrar un nuevo “lugar seguro” y quedarme allí para no volver a enfrentar tremenda desilusión.



Dios empezó a mostrarme esto en mi propio corazón, empezó a mostrarme porque volver a tener esperanza me costaba tanto, estaba llena de miedo, de miedo a ser defraudada, de miedo a ser herida, de miedo a que mis oraciones no fueran respondidas tal y como las estaba orando.
Y la gran razón de esto es que mi esperanza estaba mal dirigida.
Yo quería que Dios haga algo de cierta manera porque yo decidí ser obediente. (¡suena lógico no me digas que no!)
Mi esperanza estaba en lo que Dios “haría por mi” y no en Dios mismo.
Tu y yo no siempre sabemos cómo Dios va a actuar, pero siempre podemos tener por seguro QUIEN ES EL.  Dios puede decidir ahorrarnos el dolor, o puede decidir caminar por el dolor con nosotros. ¡Pero si mi esperanza está en que Dios responda a mis oraciones palabra por palabra tal y como yo quiero entonces voy a vivir desilusionada y cobarde!

La seguridad de nuestras oraciones no se ancla al hecho de que Dios responda mis oraciones inmediatamente o que las responda como yo quiera, mi vida está anclada al hecho de que Dios es fiel y que EL no cambia, que siempre hace lo que es mejor para nosotros, aun cuando nosotros no podemos entenderlo o verlo.

Dios empezó a hablarme y me trajo a memoria la historia de los amigos de Daniel. En Daniel 3 está la muy conocida historia de Sadrac, Mesac y Abednego. Léela en su totalidad si deseas, más bien te animo a que la leas! Pero por tiempo aquí la resumiré un poco . Estos 3 muchachos vivían bajo el reinado de Nabucodonosor, y a este Rey se le había ocurrido hacer una imagen gigante de sí mismo y llamo a todos para que al sonar la trompeta y demás se inclinaran y la adoraran. ¿Vez por donde viene el problema no? Estos 3 jóvenes judíos sabían muy bien en su corazón que no podían y no debían adorar a nadie más que a Dios.  Lo que no te he dicho aun es que esta orden del rey venia con una amenaza, si es que no se inclinaban y adoraban la estatua entonces serian arrojados a un horno de fuego. TODOS en el reino se arrodillaron…
Lo dice asi en el v7.
“7 Así que al sonido de los instrumentos musicales,[ toda la gente, de cualquier raza, nación o lengua, se inclinó rostro en tierra y rindió culto a la estatua de oro que había levantado el rey Nabucodonosor.”

Piensa por un segundo lo que debe haber estado cruzando por la mente de estos chicos.  Ellos sabían que era lo correcto, no podían poner el mandato de un hombre sobre lo que ordenaba Dios. No podían adorar a nadie más que a Dios. Pero negarse los iba a llevar derechito a ser cocinados en un horno de fuego. No dudo por un momento que empezaron a orar, quizá hasta sus oraciones eran algo como “Dios mío sálvanos de este horno y de Nabucodonosor”, “¡queremos hacer lo correcto guárdanos del mal!” “Líbranos del horno tú sabes que seguiremos obedeciéndote “o “haznos justicia Dios." Pero lo asombroso de Sadrac, Mesac y Abed-nego fue la declaración que le hacen al rey Nabucodonosor al ser traídos delante de el.  Y en realidad tienes que ver la historia en esta perspectiva, ellos trabajan para el Rey habían sido colocados en sus posiciones por el mismo. Pero fueron acusados de no obedecer este decreto por unos astrólogos que seguro les tenían bronca por sus creencias (y porque los dejaban mal! )… leamos :

“11 Ese decreto también establece que quienes se rehúsen a obedecer serán arrojados dentro de un horno ardiente. 12 Pues hay algunos judíos —Sadrac, Mesac y Abed-nego— a los que usted puso a cargo de la provincia de Babilonia que no le prestan atención, su Majestad. Se niegan a servir a los dioses de su Majestad y no rinden culto a la estatua de oro que usted ha levantado».
13 Entonces Nabucodonosor se enfureció y ordenó que trajeran ante él a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Cuando los trajeron, 14 Nabucodonosor les preguntó:
—¿Es cierto, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que ustedes se rehúsan a servir a mis dioses y a rendir culto a la estatua de oro que he levantado?15 Les daré una oportunidad más para inclinarse y rendir culto a la estatua que he hecho cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales.[f] Sin embargo, si se niegan, serán inmediatamente arrojados al horno ardiente y entonces, ¿qué dios podrá rescatarlos de mi poder?
16 Sadrac, Mesac y Abed-nego contestaron:
—Oh Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted.17 Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su Majestad; 18 pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado.”



Considera 2 cosas conmigo: la primera es la gran arrogancia de Nabucodonosor sus palabras lo delatan al decir “¿que dios podrá rescatarlos de mi poder?” Se creía más poderoso que Dios. Se creía invencible. Y creían que tenía a estos muchachos en sus manos.
La segunda cosa es, la respuesta magistral que le dan estos chicos. Parafraseando fue algo asi :Mi Dios es CAPAZ de salvarnos, EL nos rescatara de tu mano Nabucodonosor. Mi Dios puede en un instante echarte a ti en el horno si así lo quisiera, PERO AUNQUE NO LO HICIERA,  que te quede bien en claro que JAMAS serviremos , ni adoraremos a nadie más aparte de Él.  ¿Estas leyendo lo mismo que yo?
Sadrac, Mesac y Abed-nego no dudaron ni por un segundo el hecho de Dios era más que capaz de salvarlos, de guardarlos DE el fuego, de cambiar la situación en un instante si así lo hubiera deseado. De eso no había duda. Pero la fe de ellos se demostró en su segunda declaración.
AUNQUE Dios decidiera dejarnos entrar al horno de fuego, aunque hemos hecho lo correcto delante de sus ojos, aun así, es digno de toda nuestra adoración, nuestra lealtad y nuestra confianza.
Esa Fe, no viene de creer que Dios solamente puede actuar y es capaz de actuar a nuestro favor si no que esa Fe está basada en QUIEN es Dios.

Dios es capaz de hacer lo que le pedimos, pero cuando el elige hacer las cosas de otra manera es para nuestro bien y para un bien aún mayor: su gloria.

Nabucodonosor se había metido contra la propia gloria de Dios. ¡Se creía Dios! Y ataco el mismísimo hecho de que Dios pudiera rescatarlos de su “poder”.  Si Dios tuviera la perspectiva tan corta como la nuestra quizá ,como a mi, me hubieran entrado unas ganas de mandar fuego desde el cielo y hacer de Nabucodonosor un rostizado. O simplemente hacer algo para mantener a estos 3 jóvenes fuera del horno y así “mostrar quien es el Boss”. Pero Dios, ve las cosas tan diferentes y siempre actúa a propósito.
Miremos lo que sucede a continuación:
“19 Entonces Nabucodonosor se enfureció tanto con Sadrac, Mesac y Abed-nego que el rostro se le desfiguró a causa de la ira. Mandó calentar el horno siete veces más de lo habitual. 20 Entonces ordenó que algunos de los hombres más fuertes de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego y los arrojaran al horno ardiente. 21 Así que los ataron y los arrojaron al horno, totalmente vestidos con sus pantalones, turbantes, túnicas y demás ropas. 22 Ya que el rey, en su enojo, había exigido que el horno estuviera bien caliente, las llamas mataron a los soldados mientras arrojaban dentro a los tres hombres. 23 De esa forma Sadrac, Mesac y Abed-nego, firmemente atados, cayeron a las rugientes llamas.”

Se molesto tanto que aparte de ponerse cual Hulk,subio la temperature del horno a mas no poder y  mando a llamar a sus hombre mas fortachones para amarrar a estos chicos y arrojarlos al horno ardiente. Nabucodonosor pensó que estaba dándoles una lección no solo a estos jóvenes si no a todos los que estaban observando este “desafío” de su parte. Pero Dios, hizo lo que quizá nadie se esperaba, lo que quizá estos 3 jovenes no hubieran deseado, lo que quizá por unos momentos hizo pensar a todos que este rey terrenal estaba en control de la situación y que el Dios de estos muchachos los había defraudado a ellos y a su fe y lealtad.
Leamos :
“24 De pronto, Nabucodonosor, lleno de asombro, se puso de pie de un salto y exclamó a sus asesores:
—¿No eran tres los hombres que atamos y arrojamos dentro del horno?
—Sí, su Majestad, así es —le contestaron.
25 —¡Miren! —gritó Nabucodonosor—. ¡Yo veo a cuatro hombres desatados que caminan en medio del fuego sin sufrir daño! ¡Y el cuarto hombre se parece a un dios![g]
26 Entonces Nabucodonosor se acercó tanto como pudo a la puerta del horno en llamas y gritó: «¡Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan aquí!».
Así que Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron del fuego. 27 Entonces los altos funcionarios, autoridades, gobernadores y asesores los rodearon y vieron que el fuego no los había tocado. No se les había chamuscado ni un cabello, ni se les había estropeado la ropa. ¡Ni siquiera olían a humo!”

Me encanta los de pronto de Dios. Me encanta que El hace las cosas a su manera y no a la mía. Me encanta como a veces parece que todo está perdido y de pronto es más clara que nunca su mano en medio de una situación. No los mantuvo fuera del fuego, pero estaba adentro con ellos. Dios no los había abandonado, ni se había hecho el sordo a sus oraciones, no era indiferente a su horno, Dios estaba caminando y paseándose en el horno con ellos. Desatando los lazos que el enemigo había puesto sobre ellos, y preservando sus vidas. ¡No se les quemo ni un pelo, ni el olor se les pego!

¿No te parece eso a ti un testimonio más grande que simplemente que no hubieran entrado al fuego? ¿No crees tú que la fe de estos muchachos fue más fortalecida por el hecho de que Dios mismo entro al fuego con ellos de que si hubiera respondido la oración de rescatarlos de la mano de Nabucodonosor a la primera? ¿No crees tú esto le tapó la boca por siempre a Nabucodonosor y a todos los acusetas del reino? Miremos las cosas con la perspectiva de Dios. ¡Quizá tu oración no ha sido contestada a la manera que esperabas, pero eso no significa que dejes de orar, no significa que Dios no es capaz, no significa que Él no está haciendo algo! Dios siempre está trabajando a nuestro favor, pero aún más Dios siempre está trabajando para mostrar su gloria aun en medio de nuestros hornos más ardientes. Mira como respondió Nabucodonosor:

“28 Entonces Nabucodonosor dijo: «¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego! Envió a su ángel para rescatar a sus siervos que confiaron en él. Desafiaron el mandato del rey y estuvieron dispuestos a morir en lugar de servir o rendir culto a otro dios que no fuera su propio Dios.29 Por lo tanto, yo decreto: si alguien, cualquiera sea su raza, nación o lengua, habla en contra del Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, será despedazado y su casa será reducida a un montón de escombros. ¡No hay otro dios que pueda rescatar de esta manera!».
30 Luego el rey ascendió a Sadrac, Mesac y Abed-nego a puestos aún más altos en la provincia de Babilonia.”

¿No te parece que esa fue una mejor respuesta? ¿No te parece que fue un testimonio más inmenso de quien es Dios?
No solo Dios le mostro a este rey creído quien era en verdad el Unico Rey, si no que la Fe de Sadrac, Mesac y Abed-nego fue expandida exponencialmente. Vieron a Dios cara a cara en su horno, caminaron con El, lo vieron soltar sus ataduras, lo vieron obrar de una manera única. Algo que nunca hubieran experimentado si quizá una oración para ser “salvados” del fuego hubiera sido respondida. Aveces pensamos que Dios acrecienta nuestra fe respondiéndonos al instante, pero muchas veces acrecienta y fortalece nuestra fe dejándonos pasar por los hornos más ardientes de nuestras vidas y entrando en ellos con nosotros solo para demostrar en nosotros su gran poder.



Quizá así como a mí, las cosas no salieron tal y como las pediste. Quizá la justicia que tanto rogaste no llego, quizá oraste que Dios te librara de una u otra situación, pero allí te encuentras. Quizá pareciera que hiciste lo correcto y sin embargo aún estas sufriendo y Dios no ha hecho nada al respecto. No es así. No permitas que el miedo y el dolor cieguen tus ojos. Dios está ahí contigo, Él ha escuchado tus oraciones y conoce tu dolor, pero él también sabe mil veces más que nosotros que es LO MEJOR para nosotros. Su mano no se ha acortado, él no ha terminado contigo, El ESTA haciendo algo, míralo a El, está en el fuego contigo.
Dios está obrando a tu favor, pero también está obrando en ti. Me parece tan espectacular que al escribir la historia detallen que nada de ellos fue dañado más las ataduras que les puso el enemigo cayeron en el fuego. Dios sabe porque estas en el fuego, Dios sabe que temores y que miedos están sobre ti que ahora caerán en medio de tu horno. Dios está contigo, está haciendo algo, está trabajando, y en su tiempo veremos su gloria.


No dejes de creer. No dejes de pedir, no dejes de orar. No dejes que el miedo detenga tus oraciones. No dejes que el miedo haga pequeñas tus oraciones. Dios te escucha y la respuesta está en camino quizá no como la esperabas, pero SIEMPRE para tu bien.

Ahora, estoy haciendo oraciones grandes, oraciones llenas de Fe, oraciones que dicen, Dios tu eres capaz, pero, AUNQUE decidas responder de otra manera, decido seguir orando, seguir confiando, seguir arriesgándome, no porque hagas lo que yo quiera, sino porque tú siempre harás lo mejor para mí, y para que tu nombre sea glorificado.



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