Amamos a nuestros hijos con todo nuestro corazón, deseamos que sean muy felices, con el tiempo adquirimos muchas obligaciones, las que con gusto hacemos por su bienestar, pero también tienen necesidades espirituales, que vienen a ser nuestra mayor obligación si nuestro deseo y amor es tan grande como pensamos. Conozcamos que quiere Dios que hagamos con nuestros hijos.
No debemos esperar de ellos más de lo que son capaces de dar o hacer, debemos entender sus capacidades y limitaciones. Debemos tener cuidado de qué forma los reprendemos o corregimos, sin humillaciones y en privado, evitar exponerlos y con certeza en la palabra.
La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor. Dice el Señor "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y reprenderle estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra."
No reprendas al anciano, sino exhortarle como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. Dice el Señor " Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros."
Nosotros que amamos a Dios y a nuestros hijos debemos impregnar en sus mentes de nuestros hijos las normas correctas. Almacenar en el banco de su memoria experiencias agradables, le hacen crecer sano, seguro y capaz de disciplinar en el futuro
Debemos de manera libre comunicarles todo nuestro amor y aprecio. Dice el Señor:" Haga su amor manifiesto hacia ellos." Debemos permitirles que tengan faltas , que cometan errores, que fallen sin acosarlos ni darles la impresión que no serán aceptados a menos que sean perfectos.
El hogar debe ser un lugar donde el niño crezca seguro. Sin burlas,comparaciones, debemos hacerles conocer nuestras expectativas reglas y reglamentos
Los límites y las expectativas deben estar claramente delineados, cuando repasamos la palabra del Señor podemos hallar en todo el libro de Proverbios son consejos que un padre le hizo conocer a su hijo.
También debemos reconocer nuestros errores y pedirles perdón cuando hemos fallado .
Debemos hacer que su acercamiento a nosotros sea fácil. Como? Aprendo a escuchar, me intereso de verdad en lo que a ellos le interesa, de sus planes y deseos y ellos se dan cuenta si usted les está escuchando.
Lo mejor que un padre puede hacer es orar, en diferentes momentos del día, cuando te encuentras manejando al trabajo, camina de un lado a otro, haces tus tareas habituales, hable mucho con Dios sobre sus hijos. El escucha tus ruegos, pide su consejo.
Compartimos una oración bella contigo.
"Señor, ilumina la mente de nuestros hijos
para que conozcan el camino
que tú has querido para ellos,
para que te puedan dar gloria
y alcancen la salvación.
Sosténlos con tu fuerza,
para que alienten en su vida
los ideales de tu Reino.
Ayúdanos a poderlos guiar en tu camino
y enseñarles que tu estás con ellos
sin importar que hagan o digan.
Tú los amas
Amén."
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Lo que haces a tu prójimo, lo estás haciendo a Cristo y a ti mismo. Acerca del comportamiento para con el prójimo (1-8). Ora y trabaja; la justa medida (9-11). La imagen para la construcción de la casa de Dios, de la Nueva Jerusalén en la Tierra. La Sabiduría divina llama a los hijos e hijas de Dios; ella prepara el Camino Interno y trae las leyes divinas omniabarcantes. Los que viven en Mí, llegan a ser manantial vivo (12-15)
ResponderEliminar1. Un escriba Le salió al paso, queriendo ponerle en evidencia: "Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?” El le dijo: "¿qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees tú?”
2. Le contestó diciendo: "no hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a ti. Amarás a Dios, tu Señor, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Harás a otros lo que quieras que otros te hagan a ti”.
3. Y Jesús le dijo: "bien has respondido. Haz esto y vivirás. De estos tres mandamientos penden toda la Ley y los Profetas, pues quien ame a Dios, también amará a su prójimo”.
4. El, queriéndose justificar, dijo a Jesús: "¿y quién es mi prójimo?” Jesús respondió diciendo: "había un hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en poder de ladrones, que le quitaron su túnica, le hirieron y se fueron dejándole medio muerto.
5. "Sin embargo, sucedió que bajó un sacerdote por el mismo camino y, viéndole, pasó de largo. Asimismo bajó un levita y, viéndole, también pasó de largo, por el otro lado del camino.
6. "Pero también un samaritano, que iba de camino, llegó a donde él yacía y, viéndole, se compadeció de él, se acercó y, derramando en las heridas aceite y vino, se las vendó. Luego le hizo montar sobre su propia cabalgadura, le llevó a un mesón y cuidó de él.
7. "A la mañana, al proseguir su camino, sacando dos monedas, se las dio al mesonero y dijo: 'cuida de él; y, lo que necesites de más, a la vuelta te lo pagaré'.
8. "¿Quién de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en poder de ladrones?” El dijo: "el que hizo con él misericordia”. Entonces Jesús le dijo: "ve y haz tú lo mismo”. (Cap. 35, 1-8)